Los niños de la clase de cinco años adoran a su seño Remedios. Si luce el sol, les organiza juegos en el patio, carreras a la pata coja, cuidan el pequeño jardín de aromáticas y aprovechan para inventar historias bajo el algarrobo. Los días de frío y lluvia, representan obras de teatro en el aula y confeccionan disfraces de animales salvajes, piratas cojos y princesas valientes. Los niños saben más de treinta canciones de pe a pa y recitan los versos de Gloria Fuertes a ritmo de sainete.