Mini relato de la semana

Milagro

5 febrero, 2020
Sor Maguiba en acción

Ha llegado a oídos del señor obispo que Sor Maguiba está revolucionando el convento de las Carmelitas Descalzas. Se rumorea que, para maitines, la monja pone la música de Queen a todo volumen y bailotea Bohemian Rhapsody por el claustro, arremangada y sin toca. Los chismosos confirman que la mayoría de las hermanas se han unido ya a esta tradicional verbena matutina.

Lo que no sabe la curia es que la congregación está organizando una especie de Operación Triunfo en el convento. El premio final serán las reliquias de santa Gervasia: tres dedos de la mano y una trenza del pelo de la santa. Las monjitas más jóvenes llevan meses ensayando un número de Shakira, y han perdido cinco kilos cada una con tanto movimiento de cadera. Las de mayor edad se decantan por Mocedades; una versión edulcorada de Amor de hombre, con el estribillo interpretado a tres voces polifónicas. Entre todas, andurrean cosiendo unos hábitos más sueltos, sin correas ni escapularios.

La madre Superiora acude presta a rendir cuentas al palacio episcopal. Sor Toribia confiesa que jamás habían sido tan felices. Incluso ha recibido la solicitud de tres nuevas vocaciones, cosa que no ocurría desde la gran nevada del 79. El obispo da cuatro vueltas a la sala muy pensativo, y por fin se atreve a hacerle la pregunta:

-¿Podrían participar también los hermanos franciscanos? Los pobres están de capa caída.

La monja se santigua tres veces y mirando al cielo responde:

-Que vengan, y que sea lo que Dios quiera.

Foto: @Yasuyoshi Chiba

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17 Comments

  • Reply Pepe Sánchez 5 febrero, 2020 at 8:27 pm

    Maravillosa Sor Maguiba y sus gustos musicales. El «peñazo» del Obispo ya quiere meter baza con los del hábito marrón. ¡Ay Dios! Seguro que lo estropean llevando sus animalicos. ¡¡PERO QUE IMAGINACIÓN, ROSA!! Sigue así, que lo pasamos bien cada quince días. GRACIAS!!! ( por cierto tengo por ahí pendiente unos comentarios sobre el «Zapaticeno» y la megalomanía de los «salvadores del planeta» en relación con algunos estornudos del manto que eliminaron el 90% de la vida sobre la Tierra hace nada más que 73.000 años (¿qué es eso en la geología?) y mira como estamos ahora 7.800 millones de gentes intentando sobrevivir. Ya te mandaré alguna publicación de algún colega sobre el tema) Un abrazo, Pepe.

  • Reply Rosa 5 febrero, 2020 at 9:31 pm

    Pues sí, el obispo les va a jorobar la diversión, con lo «agustito» que estaban ellas.
    Me aferro a esa famosa frase de Einstein: «la imaginación es más importante que el conocimiento» y -a medida que cumples años- mucho más.
    Espero con ganas tus comentarios al Zapaticeno. Lo de los estornudos del manto, me encanta (da para un relato).
    Un abrazo, amigo.

  • Reply PEDRO SÁNCHEZ GÓMEZ 6 febrero, 2020 at 5:53 pm

    Me imagino que estas monjitas elaborarán algún dulce que sepa a gloria, sobre todo , con chocolate negro. El obispo debe ser comprensivo. Que vaya todas las mañanas a mojar el churro….en el chocolate, claro. Sabrá divino.

    • Reply Rosa 6 febrero, 2020 at 7:47 pm

      A raíz de la incorporación de los hermanos franciscanos, elaboran unos dulces buenísimos con yemas de huevo. Sin especificar la procedencia…..

      • Reply Pepe Sánchez 6 febrero, 2020 at 8:56 pm

        Pastelitos de toronja, Dulce de calabaza y Dulce de leche frita como en el convento de las Esclavas de Santa Rita.

        • Reply Rosa 8 febrero, 2020 at 10:53 am

          ….Y agüita de Avellano.

      • Reply PEDRO SÁNCHEZ GÓMEZ 6 febrero, 2020 at 10:43 pm

        Procedencia intrigante, jajajajajajajaja.

    • Reply Pedro Javier Conesa Dávila 7 febrero, 2020 at 9:33 pm

      Esta vez no es desternillante, pero casi mejor. Una porción de humor hilado fino, fino, finísimo, es todavía más gratificante. Gracias por alegrarnos estos oscuros tiempos de políticos desahogados y virus salidos de no se sabe dónde… Por cierto, compadezco a los pangolines, últimos «sospechosos» de la última cagada de los chinos. ¿Dará para un relato?
      Gracias, siempre. Un abrazo.

      • Reply Rosa 8 febrero, 2020 at 10:45 am

        Pedro,
        Cuando anoche escuché los del pangolín como causa del coronavirus pensé que jamás podría superar un relato así. Es imposible mejorar la realidad con la literatura, siempre va un salto por delante. Y sí, vivimos atónitos a relatos de «asustaviejas» en los medios de comunicación, para tenernos entretenidos con historietas de pangolines. Es la muerte de los escritores…..

  • Reply Margarida Valverde 6 febrero, 2020 at 8:37 pm

    ???muy bueno!!☺☺

    • Reply Rosa 8 febrero, 2020 at 10:46 am

      Gracias por tu fidelidad literaria, Margalida. Un gran abrazo

  • Reply Antonuio Parrilla Muñoz 7 febrero, 2020 at 5:11 pm

    «Que si, que no; a la tele quiero ir yo y si no, que nos caiga un diluvión, que rompa los cristales y nos de un subidón. » Bajo mi punto de vista y la situación que se espera por parte de las monjitas, esta debería de ser la canción a interpretar en el próximo debut matinal. La fe mueve montañas, según la escrituras; pero la ilusión es tan fuerte como la fe y bajo mi punto de vista aunque el refrán dice «el habito no hace al monje, no habla para nada del habito femenino. Por todo lo dicho anteriormente, aplaudo esta operación super triunfo y aplaudo como siempre tu gracia y buen humor. Gracias Rosa.

    • Reply Rosa 8 febrero, 2020 at 10:48 am

      Sin duda ganarán «ellas» el concurso. Los franciscanos tienen fama de sosainas.
      Gracias a ti amigo Antonio, por tu simpatía en las respuestas.
      Un abrazo

  • Reply Yiyo 8 febrero, 2020 at 10:40 am

    Aún recuerdo cuando el nuevo párroco invito a mi grupo de música, eso si con educación, a ir abandonando esa manía que teníamos de cantar en la misa con nuestra batería, el teclado, el violín, el bajo, la guitarra eléctrica ….. recuerdo también que antes de irnos, no cabía un alfiler en la misa de doce, y se mezclaban niños, jóvenes, padres y abuelos ….. mi último recuerdo fue un día que pasé al lado de la Iglesia cerca de las doce, entre por casualidad y tan sólo unas pocas personas, ya de cierta edad, ocupaban los bancos y en lugar de cantar carraspeaban con cierto ritmo ….. ya no entro

  • Reply Rosa 8 febrero, 2020 at 10:52 am

    Mira las misas con Gospel, que se llenan hasta la bandera. Gran error el de ese párroco tuyo, no supo ver el futuro y la oportunidad. La música y el baile es el gran pegamento de la humanidad.
    Un besote grande

  • Reply HOMO SAPIENS "CANIJUDIENSIS" 9 febrero, 2020 at 7:44 pm

    Estimada bloguera y novel novelista, me permito contra blogear su relato:

    El día convenido y gracias al repentino aumento de vocaciones surgidas al correrse la voz de la tan audaz proposición que el señor Obispo le planteara a la madre Superiora de la tan empoderada congregación de hermanas de clausura, se presentó en el convento de las Carmelitas Descalzas una más que nutrida representación de monjes franciscanos; entre los que por cierto se encontraban un par de pobres harapientos, uno de los cuales dijo ser hermano gemelo del mismísimo Obispo, cosa que nadie puso en duda en ese momento pues, aparte de la premura del personal por el ansiado encuentro ecuménico para poner remedio a sus lánguidos padecimientos, el parecido era tan notorio y notable que hasta la prominente barriga de dicho menesteroso se asemejaba a la de su eminencia.

    Cuentan las crónicas, que a pesar de las numerosas y devotas persignaciones de la madre Superiora, lo acontecido aquella jornada en el convento quizás no se ajustó demasiado a lo que Dios hubiera querido que fuese.

    Ese día Dios padre, que tenía pendiente una partida online de tute con sus representantes en la tierra, Benedicto y Francisco, había delegado en su hijo la potestad de aplicar, si fuera menester, el correspondiente pin parental al devenir de tan singular hermanamiento.

    Parece ser que sor Maguiba y el otro de los enigmáticos harapientos, bien parecido él (un bendito, según ellas) y con una evidente tendencia natural a bailar al más puro estilo de los sirtakis griegos (se menea como los dioses, según ellos), contagiaron a toda la comunidad y la liaron parda con sus atrevidos bailes e irreverentes karaokes.

    Cuando estos hechos llegaron a oídos de las más altas autoridades eclesiásticas, a pesar de la simbiosis mística que manifestaron haber sentido los protagonistas, pusieron el grito en el cielo y determinaron que todo el asunto de los maitines musicales había resultado un caótico sindiós…

    Pero San Pedro, al cotejar las entradas y salidas de aquel día, no pudo estar muy de acuerdo con dicha afirmación de la ausencia de mano divina en los hechos acaecidos, pues albergaba fundadas sospechas sobre la identidad del susodicho personaje y se vio forzado a renegar de él otras tres veces cuando fue interrogado al respecto.

    Tot esperant comptar amb les seves benediccions prego perdoni l’atreviment…

  • Reply Rosa María Mateos 11 febrero, 2020 at 2:08 pm

    Querido Homo:

    Su contra-relato es magnífico. Los dos camuflados seguro lo han pasado pipa. San Pedro de portero, el Obispo bailón y el Gran Infiltrado. Me he quedado sin habla y sin pluma. Que siga la saga……

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