La señorita Kovač

22 mayo, 2022
La señorita Kovač

La comisario Martí percibe una actitud muy positiva en su hijo desde que ha llegado la sustituta. El niño sonríe más y apresura su marcha al colegio cada mañana. También se ha vuelto más hablador y les reproduce a sus padres las extrañas historias que les relata la señorita Kovač, imitando el fuerte acento extranjero de la maestra. Ella es joven, rubia, de risa franca y un tanto exagerada en los ademanes. A los adultos les habla a golpes escupiendo las consonantes y les sostiene una mirada que corta el aire, girando levemente el ojo derecho hacia arriba.

A los pocos días, comienzan a llegar extraños deberes a casa: mapas para colorear con los nombres de los países cambiados. España está junto al Círculo Polar, mientras que Lituania aparece en el Golfo de Cádiz. La madre revisa las libretas y descubre tremendos disparates: nombres de reyes inventados, números al revés, ríos en medio de la mar y el dibujo de un mono peludo titulado “El pájaro carpintero”. Invéntate el Mundo, es la consigna que les transmite la señorita Kovač a sus pequeños alumnos. ¡Lo que nos faltaba! Se dice la preocupada madre.

            La comisario Martí comienza la investigación cuando escucha cantar a su hijo Manolín en un idioma de monosílabos. Desde la penumbra del dormitorio infantil, la siniestra tonadilla le pone el vello de punta. Descubre así que la señorita Ezter Kovač no existe; ha entrado en el país con un nombre falso. Le encarga a su mejor hombre que indague profundamente a la maestra sin levantar sospechas ni dejar un cabo suelto. Así descubren a una joven de la antigua aristocracia húngara detenida en París por colgarse de las herrumbres de la Torre Eiffel. Su descripción coincide con la maestra. El expediente francés especifica también el ingreso de la detenida en un hospital de salud mental. Ha llegado el momento de enviar al sabueso, decide la comisario. Su hombre lleva consigo tres posibles nombres de la nobleza magiar y una dirección en Budapest.

                Manolín lleva semanas hablando de la excursión. Su madre le prepara un par de bocadillos y le mete en la mochila los viejos prismáticos del abuelo. La señorita Kovač les ha prometido que podrán ver buitres y águilas reales. La madre se marcha al trabajo con mariposas negras en el estómago y arrepentida de haber sucumbido a las súplicas y llantos de su hijo. A media mañana recibe el siguiente mensaje: Jefa, he dado con ella. Se llama Izabella Slazai, una lumbrera: premio extraordinario en psicología infantil y varios doctorados. Pero hay algo extraño, la expulsaron de la enseñanza por un fatídico accidente durante una excursión a la montaña. Tres alumnos despeñados por un precipicio y graves sospechas sobre su inocencia.

Por la carretera de la sierra se escuchan las sirenas y el derrape de los coches de la policía al tomar las curvas. Mientras tanto, la señorita Slazai conduce a sus alumnos por el filo del barranco para observar desde las alturas el vuelo racheado de los buitres esperando su desayuno.

Fotografía: Lisa Fonssagrives de ©Erwin Blumenfeld

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11 Comments

  • Reply Pedro Conesa 28 mayo, 2022 at 5:46 pm

    ¡Uf, qué final! ¿O es tal vez el principio de algo nuevo, distinto? Nos dejas con el alma en vilo, Rosa.

    • Reply Rosa 28 mayo, 2022 at 8:56 pm

      Seguro que la madre comisario llega a tiempo y la historia tiene un final feliz. La señorita abandona la docencia y se dedica a la política….

  • Reply Coco Vida 28 mayo, 2022 at 7:30 pm

    Sustoo!!!!!

  • Reply Rosa 28 mayo, 2022 at 8:57 pm

    También tiene que haber malos y malas, como la vida misma.

  • Reply Andrés 30 mayo, 2022 at 2:26 am

    Sensacional la incertidumbre con la que nos ha dejado. El final que lo ponga cada uno.

  • Reply Antonio Rafal Parrilla Muñoz 1 junio, 2022 at 4:41 pm

    Querida Rosa: Esta personaje de ficción ha roto el molde también, de entre los que acostumbras a utilizar dentro del grupo de «apaga y vámonos». Una exótica mujer pero con un pequeño problema; la del posible adjetivo añadido de «fatal» a la vista de los últimos acontecimientos. Como evidencia la foto adjunta en donde aparece encaramada a la Torre Eiffel: de frente aparentemente casta y prudente al uso de su tiempo, solo muestra los tobillos, pero dejando libertad para el que sea capaz de pretender ver más; tendrá que descalabrarse …,me temo pase lo peor en ese precipicio.

  • Reply Carme 14 junio, 2022 at 9:18 am

    Suspense del bueno, querida Rosa. Te superas.

  • Reply Pi 11 octubre, 2022 at 1:45 am

    Llegan tarde. Han podido acabar la excursión. Y Manolín nunca olvidará el ágila real que vio de tan cerca planeando, como tampoco a su profesora.

  • Responder a Rosa María Mateos Ruiz Cancel Reply