La historia de cualquier parte de la Tierra, como la vida de un soldado, consiste en largos periodos de aburrimiento y breves momentos de terror. Los capítulos que marcan la biografía terrestre, un largo texto de 4600 millones de años, se abren y cierran con grandes revoluciones naturales que dejaron una muesca global en el registro geológico.
Entre las frecuentes expresiones de la personalidad ciclotímica de la Tierra están los continuos cambios en el clima; entendiendo el clima como un complejo sistema de interacciones entre agentes terrestres y extraterrestres, jugando un peso muy importante los desvaríos de la actividad solar. ¿Qué nos dicen los estratos y los sedimentos marinos al respecto? Pues nos revelan que desde hace 50 millones de años la Tierra se está enfriando.
Los evolucionistas del XIX también nos legaron una gran afirmación: Si el clima influye en el desarrollo de los organismos, los seres vivos también han de influir en el clima. Pese a lo que algunos creen, tampoco tenemos primicia alguna como especie modificadora de la atmósfera. Las concentraciones de oxígeno y dióxido de carbono (CO2) han variado (y mucho) a lo largo de las diferentes eras geológicas, no solo debido a la furia de los volcanes, sino también a la actividad de los organismos que realizan la fotosíntesis. De nuevo, las páginas de la Tierra nos relatan que, desde la aparición de la Vida, el CO2 se ha ido reduciendo progresivamente en beneficio del oxígeno.
Podemos pues resumir esta perspectiva geológica en tres actos:
- La Tierra se enfría.
- El CO2 disminuye.
- No hay una clara relación en el registro estratigráfico entre el CO2 y la temperatura global.
La curva de la temperatura global de la Tierra durante los últimos cuatro millones de años sigue la trayectoria de una montaña rusa, con una sucesión de ciclos fríos (glaciaciones) y cálidos (interglaciares). Las continuas subidas y bajadas del nivel del mar modificaron la línea de costa y trazaron puentes terrestres durante las glaciaciones, caminos que aprovecharon las especies para migrar. Durante la última glaciación hubo también breves periodos de rápido calentamiento global que parecen explicar la extinción de la megafauna: mamuts, ciervos gigantes, dientes de sable, y otros grandes mamíferos que no pudieron adaptarse. A los que sobrevivieron, los humanos les dieron el último golpe de gracia.
El Neolítico marca un antes y un después en nuestro devenir como especie; pasamos de ser grupos dispersos de nómadas, con más hambre que un león de circo, a concentraciones estables de campesinos y ganaderos. Este cambio extraordinario vino inducido por una variación radical del clima: atrás quedó la última glaciación para dar paso a un clima más cálido y favorable para el desarrollo de la agricultura. En ese momento cumbre de la Prehistoria, la temperatura global subió unos 5ºC en tan solo dos décadas y los hielos se retiraron hacia las latitudes polares que ahora conocemos. Durante los 12.000 años que han trascurrido desde entonces, las fluctuaciones climáticas han marcado el paso de las grandes civilizaciones. El imperio romano se extendió durante siglos bajo una bonanza climática que permitió el cultivo de viñedos en Britania y de cereal en el norte de África. El llamado Óptimo Romano tocó techo hacia el año 400 d.C., y coincide con un recrudecimiento de los inviernos en el norte de Europa que fuerza a los pueblos bárbaros a desplazarse hacia el sur, abriendo cada vez más fisuras en las fronteras del Imperio. El calor volvió de nuevo a Europa en la Edad Media, y las buenas cosechas y ricos pastos sufragaron la construcción de las grandes catedrales. Pero si hay que remarcar una época peculiar en nuestra reciente historia, ésta fue la Pequeña Edad de Hielo. Las pinturas de Brueghel El Viejo (S. XVI) muestran paisajes con mil matices de blanco, y un manto de frío, hambre y miseria cubrió a la vieja Europa hasta bien entrado el XIX.
A estas alturas, el 75% de las tierras no cubiertas por el hielo están modificadas por el hombre. La humanidad se ha convertido en un agente transformador del paisaje a un ritmo vertiginoso. Nuestra huella ha adquirido una dimensión global, alterando la mayoría de los ecosistemas, menguando la biodiversidad y dejando un reguero manifiesto de contaminación en mares, ríos, lagos y acuíferos. Si esto pareciera poco, hemos liberado a la atmósfera una importante concentración del carbono que la Tierra había almacenado durante millones de años como depósitos de carbón, gas e hidrocarburos. En estos momentos, hay suficientes evidencias científicas sobre un aumento del CO2 en la atmósfera que procede de las emisiones humanas, y que representan un 5% del total. Según los expertos hemos entrado en un nuevo ciclo climático antes no reconocido por el hombre, aunque sí por la Tierra.
¿Somos una condenada especie o una especie condenada? Da igual dónde se coloque el adjetivo. Mientras nos ponemos de acuerdo para salvar el planeta, sacando pecho con la tecnología, la Tierra conoce perfectamente cómo salvarse de nosotros.
Fotografía: ©Lisa Wood
21 Comments
Primero de todo: Felicidades. Por los cinco años, que también, pero sobre todo por seguir manteniendo el espíritu fresco y alegre, serio y concienzudo, didáctico y recreativo, que nos ha enganchado. Por muchos años más, por favor.
Dicho esto, resulta refrescante ver que no han pasado los años por la entrada que nos recuerdas hoy. Bueno, en tiempo geológico cuatro años son menos que la idea de un suspiro, pero ya se sabe que «hay gente pa’ tó» y habrá quien piense que es toda una vida.
Y ya que mencionas a Greta, ¿qué habrá sido de ella? Ahora que el foro y el foco son distintos, parece que nada tiene que decir… O tal vez las bolsas de los dineros están cerradas para lo que no es tan importante en este momento, no lo sé.
Insisto: felicidades, que el blog cumpla muchos más, y que todos lo disfrutemos.
Un abrazo «escalado».
Gracias Pedro. Se agradecen mucho tus palabras de aliento.
¿Dónde está Greta? Cualquiera sabe. Calentando motores para volver en cualquier momento. Vamos por etapas; cuando se quema una, agarramos otra. Estamos siendo testigos de la cantidad de predicadores que nos rodean. Analicemos las cosas con sentido crítico y no nos fiemos de cualquier parlanchín que se sube a un púlpito mediático. Siempre la duda. Un abrazo, amigo.
Amiga Rosa: Al ver la fotografía, sentí como primer impulso un sobresalto, pensando que maese oso blanco, estaba difunto. Claro que de inmediato profundicé un poco mas en la foto y me tranquilicé, viendo unas pequeñas burbujitas que surgían hacia donde se suponía, estaba la cabezota de este oso un poco socarrón; pero claro no se de que me asombro, si de todos es sabido el dicho de «hacer el oso», y claro los encargados del zoo, estaban dejando disfrutar a este animalote juguetón; ja ja ja y volvió mi alegría, de inmediato y mi confianza en el ciclo natural de la tierra y el universo. Claro que por mucha confianza que le pongamos al asunto y dado que este homo «antropocenensis» (pido disculpas por mi atrevida palabreja), está más que empeñado al igual que el oso en comprobar si metiendo la cabeza (hueca), mientras no se demuestre lo contrario, debajo del agua, cuanto es capaz de aguantar y no echamos cuentas de la cantidad de predicadores , como muy bien dices y apuntas, unos de un signo negativo, tratando de vendernos la burra, otros de signo iluminado, tratando de que adelantemos el proceso natural. Concluyo y hago mío un dicho de un humanoide de mi tiempo que en resumen dijo….; a esta humanidad, en unos años no la va a conocer ni la madre que nos pario» y dada a la velocidad que llevmos y el empeño que le ponemos; seguro que reducimos el tiempo al mínimo.
Muy buena entrada que, pone de manifiesto nuestra actual situación.
El oso polar aún está vivo, aunque da pena verle. Los zoos ya me parecen anacrónicos, mantener a pobres animales fuera de su hábitat en un siglo XXI ya bien avanzado. Es una visión muy geológica del clima, pero también hay que ver más allá de las invasiones diarias sobre el tema. Me cuesta grandes discusiones con los amigos, no te creas. Me achacan de «negacionista», siempre poniendo adjetivos a otra visión de la realidad. En fin, el homo antropocenensis, como tú dices, se mira demasiado el ombligo. Gracias, Antonio. Seguimos.
Amiga Rosa:
Con el comentario a tu escrito, he omitido lo más importante como es el felicitarte por estos cinco años de arduo trabajo y mi enhorabuena por continuar sacando agua, cada día más, de este abundante manantial. Por muchos años más. Un abrazo.
Gracias, Antonio. A ver si seguimos inventando más historias y que la pluma no decaiga. ¡A por otros 5 años! Si puede ser.
Querida Rosa:
Me uno hoy a la celebración de este primer lustro. Como no mido los tiempos en ciclos climáticos terrestres sino en un poco de ayer, mucho de hoy y otro poco de mañana, no me parece nada despreciable este tiempo y desde luego el suficiente para felicitarte y darte las gracias por tantas reflexiones y emociones que me han ido provocando, tus pensamientos, tus personajes y sus historias. Esperaría un nuevo lustro de blog con tanto lustre como este, pero, de momento, me conformo con esperar a tu nueva entrada. Un gran beso.
Querido Yiyo:
Menos mal que no mides los tiempos en ciclos climáticos. Con el hoy y el mañana tenemos suficiente tarea. No obstante, para tener perspectiva hay que alejarse un poco y, a veces, hasta dar un paso atrás. También el paso atrás permite tomar carrerilla, por si hay que salir corriendo. Gracias por tus felicitaciones y si en algún momento desperté reflexiones y emociones, me doy por satisfecha. Sin adoctrinamiento de ningún tipo, claro. Un fuerte abrazo.
Estimada y admirada Rosa: «CONGRATS» por el aniversario. Y que sean muchos más para nuestro deleite como lectores.
Efectivamente la cosa no es tan sencilla como la pintan: de pronto los petardos de los humanos descubren que quemando derivados de los bosques paleozoicos transforman la materia en energía y fastidian el clima de nuestro idílico paraíso. Como tu apuntas: ¿qué pasa con la fuerza interna de la Tierra y sus periódicos espasmos? ¿O con su crónica actividad tectónica (incluidos los movimientos isostáticos)? ¿Y con el padre Sol y sus tormentas magnéticas?
NO. La cosa no es tan simple. Te debo unos artículos de un colega francés Ion Argyriadis. Igual ya los conoces. Luego te lo pongo en el correo.
De nuevo FELICIDADES por el aniversario. Un abrazo.
Gracias Pepe por las felicitaciones.
No, la Tierra no es sencilla, y como bien dices hay muchas variables que rompen el «equilibrio» a la mínima. Aunque a mi juicio el equilibrio no existe. Cambia todo cambia, que decía Mercedes Sosa. Tenemos una casa maravillosa, y no lo apreciamos. Acabo de ver los artículos del francés que me has enviado. Me tiro a ellos de cabeza. Gracias siempre, amigo.
Querida Rosa, parece que fue ayer cuando me pediste hacer la web, a la que apenas le hemos dado ligeros retoques y sigue pareciendo tan actual. Muchas felicidades por esos 5 años escribiendo maravillas como ésta.
Este artículo me ha parecido siempre muy valiente porque va contra el dogma, que tanto dinero atrae tanto desde una postura como de la contraria, y que tanto daño hace en cualquier caso al planeta. Un poco como ocurre en política con el enfrentamiento de los extremos.
Por otros 5 años disfrutando de tus letras y tus palabras… y sin noticias de Greta… XD
Un abrazo
Sí, parece que fue ayer cuando empezamos esta aventura conjunta. Fíjate todo lo que ha pasado desde entonces. Hasta tengo una novela en cartel. Seguiremos frente a viento y marea con o sin Gretas. Ahora empezarán a aparecer los santones de la COVID-19. Tenemos faena. Gracias siempre por tu apoyo incondicional.
Estimada bloguera, lo primero de todo darle la enhorabuena por estos cinco años de presencia y vigencia en ese etéreo mundo de las redes sociales. Creo que nadie podrá negar todo lo que hemos aprendido y disfrutado con los contenidos, tanto científicos como literarios, de su blog.
Agradecerle también que, a pesar de los diferentes puntos de vista que a veces podamos tener sobre el tema, Greta incluida, haya puesto sobre la mesa que ya existen “…suficientes evidencias científicas sobre un aumento del CO2 en la atmósfera que procede de las emisiones humanas…”. Puede parecer poco, pero es demasiado significativo debido a la fragilidad de los ecosistemas en los que nos desenvolvemos. Y le doy toda la razón, mientras nos ponemos de acuerdo en los infinitos grupos de whatsapp acerca de si son galgos o podencos, la Tierra ya habrá diseñado su propio plan de salvación. Por supuesto… sin humanos.
A l’espera de la seva pròxima entrada.
Gracias Canijudensis por sus 5 años de fidelidad. Si uniéramos todas sus respuestas saldría un contra-blog estupendo. Los lectores también os lo habéis currado. Un abrazo a Sa Roqueta, que la añoro.
Querida Rosa,
felicidades por estos 5 años de creación.
Me ha encantado y coincido plenamente contigo y que todavía sigue vigente ahora, aunque sinceramente me gustó más el de hace casi 4 años.
Me encanta como escribes.
Que siga emanando esas ideas con esas palabras por muchos años más.
Gracias por transmitir la ilusión de vivir.
Un abrazo
Iñaki
Querido Iñaki. He pensado tanto en ti estos días de confinamiento. Eres un personaje de novela y no te quepa la menor duda que me inspiraré en ti en alguna ocasión. Tienes la valentía de estar siempre en el tiempo y el lugar desadecuado, y eso es un mérito. Deseando que vuelvas para que nos cuentes tus «Crónicas de Madariaga» y reírnos un rato. Gracias, gracias por tus cariñosas palabras y por ser tan buen compañero en esta vida de papel «online».
Querida Rosa: después de leer la evolución de la historia geológica de nuestra Tierra narrada en con tanta gracia y en tan pocas líneas pienso en que contentos y bien aprenderían los jóvenes la ciencia si te tuvieran cerca. Muchas felicidades!! Un beso
Gracias Ester. Sí, quizás habría que dar a los jóvenes todas las visiones posibles, para que se hagan una composición del problema más veraz. Es muy interesante y positivo que los jóvenes tomen una postura de defensa del Planeta, pero no manipulados por santones/as que suben a los púlpitos mediáticos para ser como las estrellas de rock. Sentido crítico, conocimientos y Ciencia. Muchas gracias y un fuerte abrazo para ti.
Querida Rosa: ¡Enhorabuena por tus cinco años de bloguera!. Yo me incorpore mas tarde, pero me has enganchado a tus ecritos litrrarios y ciéntificos. No me pierdo uno y los leo con fruición. Sigue escriviendo e ilustándonos con tu clarividente pluma. Un abrazo
Gracias Mercedes. Me hace mucha ilusión que estés al otro lado de la pantalla. Intentaremos mantener el nivel e incluso mejorarlo. Un gran abrazo para ti.
Perdona por la falta , quise poner escribiendo