La cuestión no es que el rey sea bueno,
Sino que -si fuese malo- también sería rey
Fernando Savater
Séneca dejó constancia de una interesante propuesta del senado romano donde se pretendía distinguir a los esclavos mediante una vestimenta común. Los senadores más avispados se percataron del peligro de tal iniciativa, ya que los esclavos se identificarían rápidamente entre ellos dándose cuenta de que eran muchos más.
Nuestra vestimenta no solo nos protege de las inclemencias del tiempo, sino que identifica nuestro estatus social. En todas las culturas, el número de abalorios ha sido directamente proporcional a la posición que ocupamos en la pirámide social.
Los borbones, con Felipe V El melancólico, trajeron la vestimenta más mariposona a la corte española: pelucones, lazadas, bastones de mando, casacas bordadas y la vanidosa insignia del Toisón de Oro. Había también una intención oculta a tal acicalamiento: camuflar entre los adornos la cara de bobalicón inherente a los borbones. Francamente, Felipe V y sus descendientes no lo consiguen.
La época actual es bien extraña en cuanto a la vestimenta de las élites se refiere. Las democracias han dado la vuelta a la propuesta original del senado romano y ahora son los líderes mundiales los que van uniformados. El sobrio y aburrido traje de chaqueta se ha globalizado entre nuestros dirigentes, porque ellos apuestan por la igualdad. Los reyes visten exactamente igual que un empleado de banca o un emisario a domicilio de los Testigos de Jehová. Esta democratización y pérdida de estilismo regio puede ser su declive. Como muestra un botón: los problemas de nuestra monarquía comenzaron con ese «cese temporal de la convivencia» que sacó de la plaza a Jaime de Marichalar, el único miembro con glamour de la Casa Real.
Afortunadamente, las mujeres nos libramos de la aburridísima indumentaria masculina; salvo la señora Merkel, que viste igual que sus correligionarios pero con chaquetas multicolor. Ella es la reina del espartano estilismo teutón. Y hablando de reinas, cuando la consorte se comprometió con el Borbón, me dije: por fin alguien en la Casa Real que hablará sin un moco atravesado en la garganta. Ella era como nosotras: lista, culta, natural, independiente, atrevida… Pero la pobre mujer entró en un túnel de lavado y no hay quien la reconozca. Primero perdió la nariz, después los kilos y, por el camino, la gracia y la naturalidad. Desde que la cirugía estética se coló en la Zarzuela, la mujer española ya no se identifica con la titular: nosotras seguimos con el maldito michelín en la cintura y el apéndice nasal como un cohete de Cavo Cañaveral.
Bueno, venía yo de las pre-rebajas dispuesta a hablar de la moda y me ha salido (sin querer) un alegato republicano. Ahora que se estila tanto eso de la «transparencia», me he agenciado una blusa de seda que cae como las Cataratas del Niágara. Me pregunto cómo le irá al emérito con la chilaba, que dicho sea de paso es la mejor prenda masculina: no aprieta los atributos y permite ventilar los bajos fondos.
Para despedirme, voy a referir la anécdota de un personaje literario de Joyce. Un caballero irlandés encarga un traje a su sastre y éste tarda seis meses en terminarlo. El cliente le increpa: «Dios hizo el mundo en solo seis días y usted ha necesitado seis meses en hacerme el traje«. El sastre le responde: «Sí; pero mire el mundo y mire el traje«.
©Fotografía: Fashion Week de Thomas Peter
17 Comments
Querida Rosa:
Podría aplaudir un buen rato, por imitar a los que tienen la suerte de asistir a una gran sonata o a unas sentías bulerias de Camarón y su ya separable Tomatito; pero como no puedo reflejar mi palmoteo solo te digo, magnífico querida niña, ta quedao soberbio, fluido, limpio, sin sobresaltos, y si se tratase de un buen menú ( tan de moda hoy) ; rico rico!!
Gracias !!
Me encanta el Camarón y el Tomatito. Por cierto, hay un flamenco viejo con cantes republicanos. La niña de los Peines tiene unas coplillas muy simpáticas.
Gracias Antonio por tu entusiasmo siempre. Un abrazo.
Cada dia descubro nuevas facetas de «Rosaura Mateillos»; esta tendencia republicana me agrada sobremanera y me replantea tambien el llamar pan al pan y ….. al», lo dejaré para otra ocasión. Me has interesado por conocer esas letrillas de la Niña de los Peines» por lo que le daré un vistazo, pues esta cantora es un mito en el flamenco, ya te contaré.
El entusiasmo nos lo trasmites tú con tus valientes y desenfaddos escrito. Este ultimo de dulce.
Pues cuando tengas esas letrillas, compártelas amigo.
Hola de nuevo Rosa: He pensado que a la vez que busco algunas letrillas en las fuentes que conozco y que me ayudaron a escribir el capitulo de dicado al flamenco, en mi novela Antonino Alcornoque, t podrian servir para ampliar tus conocimientos en el arte flmenco y su mundo. . Te mando el contacto.
http://www.flamencopolis.com/archives/1
Un abrazo. (continuará)
Me gusta el enlace a flamencópolis. Lo miraré a fondo. Gracias Antonio
Pero Rosita que te ha pasado! En un momentito has dado un repaso a la monarquía ,muy bien dado por cierto, y te has convertido en adalid del republicanismo màs radical. Sera una pandemia el procés???
Y ya qe sale el tema, no hubiera sido mejor proponer un referendum por una España republicana .. a lo mejor le quitabamos a Leonor un peso de encima , de paso, porque lo dice la canción (las niñas ya no quieren ser princesas…)
Te he visto muy alborotá!
Año nuevo, entradas nuevas y a soltarse más la coleta. Sí, les he dado un buen repaso. Felipe VI cometió un error al no convocar un referéndum cuando tomó la corona, hubiera ganado de calle y estaría democráticamente justificado. Pero algunos tienen pánico a las urnas.
Un poco alborotá sí que ando; me voy haciendo mayor y cascarrabias. Ahora bien ¿no me digas que no tienen cara de bobalicones?
Me alegra leer a gente que se siente libre para expresarse y con tu ironía… yo lucho para no caer en el chandal «como traje oficial» jjjjjjjj pero Rosa cuidar la imagen está completamente en alza, hasta en las zonas rurales… acudiendo al refranero «según te veo el ato así te trato» jjjjjjj
Un abrazote!!!!
Cómo me ha gustado ese refrán, LO APUNTO. Resume de maravilla el trasfondo de lo que quería decir. Sí hija, nos hemos vuelto ahora todos consumidores del estilismo y las mujeres, más esclavas que nunca de las apariencias. Hay que estar guapas, no digo que no, pero sin obsesionarse. Lo del chándal…..siempre con los tacones, como la Martirio. Gran abrazo para ti.
Humor y crítica, con una cita literaria final magnífica. Gracias, Rosa.
La cita literaria es muy Joyce. Me gusta ese binomio de humor y crítica, pero siempre con un sentido constructivo. Aunque en este caso le doy un buen repaso a los Borbones. Ahora mismo la situación política de nuestro país ofrece unos personajes literarios de primera, al estilo de Valle Inclán por lo menos. Gracias Joaquín y un abrazo.
Querida Rosa , leerte de nuevo es un placer porque plasmas libremente tus ideas con una excelente y divertida prosa y demuestras con ello una capacidad bastante inusual hoy en los medios diferenciándote de la multitud de escritores y periodistas paniaguados que nos rodean. Gracias y olé.
Gracias Ester. Mi libertad también reside en que no vivo de ésto, soy amateur, y me puedo permitir opinar con libertad. Es un lujo -la verdad- estar fuera del «sistema». Mis hijos viven de las piedras, no de las letras. Pero tu comentario tiene un trasfondo interesante: falta más crítica libre, inteligente, sin vasallajes. Los medios de comunicación quieren noticias rápidas, consumibles al instante, amarillismo, ya no hay tiempo para la reflexión. Y …..mucho paniaguado.
Un fuerte abrazo.
Estimada bloguera, bienvenida al “tsunami del procés”. Al final vamos a tener que agradecerle al independentismo catalán el que en este país, llamado España, se esté hablando de la República.
Respecto a la Monarquía, y más concretamente en el caso de nuestros sufridos Borbones, poco más puedo añadir a lo que se insinúa en esta tan estilista entrada de revista. Matizar que por sufridos me refiero a todo lo que los españolitos de a pie, catalanes incluidos, hemos tenido que sufrir de tales dinastías a lo largo de nuestra truculenta historia.
No deja de ser triste, por aquello del posible respaldo popular, ya que la gracia divina ya se encargan ellos mismos de otorgársela en esta nuestra democracia aconfesional, que el que hoy en día tengamos un Rey concreto es gracias a un Real Decreto despachado en un plis plas en una campechana partida a los chinos en el bar del Congreso de los Diputados. Eso sí, todo muy legal y con los “cafeses” de rigor en juego. Ni la más mínima de las posibilidades para la tricolor, que luego las banderas las carga el diablo. ¿Les suena de algo? Pues eso…
Brillante su apunte sobre la contradicción entre la evolución humana y la supervivencia de la maltrecha genética de las casas reales. Si Darwin levantara la cabeza seguro que se replantearía muchas cosas.
No és per desanimar, però em temo que això de la reialesa dels d’aquí no hi posa remei ni la «abduïda» reina consort, no ha molt Letizia dels d’allà.
Estimada “compi blogui”, sempre és un plaer poder gaudir de la seva companyia … literària.
Sí, el paso de testigo se hizo con nocturnidad y alevosía. Cuando quieren, corren que se las pelan. A ver que pasa este año con la sentencia del cuñado. Por lo pronto anda de rositas, como todos. Comparto esta chirigota gaditana «Urdangarín» de los Jinetes de la Poca Crisis. No tiene desperdicio. Eso sí: ¡¡¡¡el humor es nuestro!!!!!
https://www.youtube.com/watch?v=iFJDOL4vES0
Querida Rosa:
Mi comentario de hoy a tu escrito de hace dos años; es bien diferente al que en su día te dediqué. Continua gustándome, sí, pero mi actual situación ha cambiado y hoy lo he visto con otros ojos… menos flamencos. Coincido contigo en tus manifestaciones sobre la vestimenta y los uniformes. La mujer política actual, salvo algunas excepciones, ha demostrado más sentido estético y común que el hombre; claro que con algunas observaciones, y me refiero a los mandamases chinos o árabes, chilabas y trajes estilo Mao Tse Tung. Me ha llamado la atención tu párrafo final sobre Joyce y dado que me sonaba el nombre pero desconocía por completo a tal escritor; he buscado y he tenido la buena o mala suerte, mejor lo primero, de dar con un comentario del critico Kiko Amat, en el periódico El Pais, titulado » Clásicos Latosos» que terminaba con una frase lapidaria.- «Ni Joyce sabia de que iba «su Ulises». Ni que decir tiene que ya no siento deseos de leer sobe el tal Joyse.
Me he extendido un poco, pero otro día prometo ser mas breve. Un abrazo.