(Continuación de Despedida británica)
Este paseo en solitario frente al mar ofrece la intimidad necesaria para volver atrás en la memoria del pasado y regresar al presente con los pensamientos limpios y ordenados. Los acantilados de Devon me trasladan a Escocia, hacia esas desnudas tierras septentrionales donde me forjé como una mujer indómita y práctica.